PREFACIO

Los Libros Rojos son considerados como los instrumentos de conservación más efectivos de los últimos años. Estos surgieron como una iniciativa de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), a través de su Comisión de Supervivencia de Especies (CSE), y han servido para dirigir la atención hacia las especies amenazadas y en peligro de extinción del planeta.

Los Libros Rojos también han sido de importancia para la cooperación mancomunada a favor de la conservación de la vida silvestre, en la que han participado gobiernos, organismos no gubernamentales, universidades, centros de investigación, medios de comunicación, científicos, técnicos, educadores y público en general.

Sin embargo, a pesar de la importancia de los Libros Rojos, éstos han tenido una visión global de la conservación de las especies en el mundo, pero no han dado un punto de vista particular sobre la realidad de un país, en donde se tome en cuenta amenazas específicas, distribuciones restringidas y poblaciones remanentes, por lo cual el estado de conservación de una especie en su distribución global, no necesariamente será el mismo que presente en un país o una región específica. Por este motivo, en las últimas décadas, varios países del mundo se han propuesto generar Libros Rojos nacionales que den un tratamiento específico para cada nación y pongan de manifiesto la situación exacta de conservación en la que se desenvuelve un país, siendo éste el objetivo principal que se propuso el Libro Rojo de los Mamíferos del Ecuador.

Las metas que se pretende conseguir con este libro son las siguientes:

  • Presentar fundamentos con bases científicas sobre el estado de conservación de las especies de mamíferos a nivel nacional.
  • Proveer información para guiar acciones de conservación a favor de la diversidad biológica del país.
  • Llamar la atención sobre la magnitud e importancia de las especies amenazadas.
  • Crear una política de conservación en el país y presentar medidas para hacerlo.


Esta segunda edición del Libro Rojo de los Mamíferos del Ecuador inició en 2007 con una serie de talleres para evaluar de forma preliminar el estado de conservación de las especies de mamíferos del país. Continuó en 2009 y 2010 con talleres definitivos de categorización y prosiguió con la redacción misma del libro, que incluyó debates entre especialistas y correcciones a los diferentes borradores generados. Por ello, hasta la publicación de su versión impresa se considera que el esfuerzo dado a esta obra tomó no menos de tres años de trabajo.

El proyecto involucró la participación de 50 autores y asesores científicos que de una u otra forma colaboraron en la producción de esta obra, todos con un solo objetivo en común: la conservación de los mamíferos del Ecuador. Además, en el proceso participaron alrededor de 20 personas como personal de apoyo, sea en la edición, coordinación o preparación de su publicación.

A este esfuerzo se une el decisivo apoyo de la Fundación Mamíferos y Conservación y de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, instituciones que creyeron en el proyecto y aportaron económicamente para su consecución. De igual manera, fue importante el respaldo dado por el Ministerio del Ambiente del Ecuador al ser parte del mismo, lo que ha permitido que la información generada en este libro sea considerada de carácter legal dentro del país, de tal manera que las distintas especies mencionadas tenga el estatus de protegidas.

Este Libro Rojo ha puesto especial énfasis en la calidad técnica y no ha descuidado los respaldos científicos que justifiquen la categorización de las especies. Además, por primera vez se realizó una evaluación del 100% de la diversidad de mamíferos presente en el país, información que es complementada en su versión en internet, de acceso gratuito y susceptible de ser actualizada cuando las circunstancias así lo requieran. Por este motivo, con orgullo presento la segunda edición del Libro Rojo de los Mamíferos del Ecuador.

Tengo la plena seguridad de que esta publicación, la octava de la serie de Publicaciones especiales sobre los mamíferos del Ecuador, al igual que ocurrió con la primera edición publicada en 2001, contribuirá a la conservación de la mastofauna del país. Espero que este libro sea un llamado de alerta que incentive la entrega de recursos y el desarrollo de proyectos por parte de personas e instituciones que de alguna manera colaboran con la supervivencia de estas especies. Sin duda alguna, este libro será el origen de muchas discusiones y nuevos análisis, los cuales espero que ayuden a mejorarlo, así como también confío en que a partir de este documento se impulsen nuevos estudios indispensables para la conservación de las especies amenazadas y en peligro de extinción del país.

Diego G. Tirira
Enero, 2011